Nueva York, 15 may (Prensa Latina) Los lazos culturales y literarios entre Cuba y Estados Unidos marcan la diferencia frente a décadas de retórica hostil desde el Gobierno de Washington, de acuerdo con la prominente poetisa e investigadora Nancy Morejón.
En declaraciones a Prensa Latina, la también ensayista recordó vínculos históricos en el quehacer artístico entre ambos países a pesar del asedio que pende sobre la mayor de las Antillas como la espada de Damocles, agregó.
Desde José Martí, Ernest Hemingway, la amistad durante años entre Nicolás Guillén y el poeta estadounidense Langston Hughes hasta la edición de Cuentos norteamericanos compilada por José Rodríguez Feo a finales de la década de los 60, ambos países comparten una valiosa historia literaria.
Traducciones, textos compilatorios o cursos académicos entre ambas orillas confirman un vínculo sólido en el mundo de las letras que, de acuerdo con la creadora, se extiende hasta la actualidad.
La propia poetisa incluyó como ejemplo la publicación en Estados Unidos de su antología Donde duermen la isla como un ala, en 1985, y su reciente visita a varias ciudades del país norteamericano que concluirá en Nueva York.
«Pienso que en esos lazos hay muchas cosas que mantener y que continuar hasta que tengamos vida», dijo al respecto.
Como parte de su agenda en esta ciudad, Morejón celebró intercambios y lecturas de sus poemas con jóvenes artistas locales, cubanos residentes y representantes de la Misión de la isla caribeña ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Además dialogó con miembros del Grupo de Amigos del Español de la ONU y visitó el Centro de Estudios Cubanos en Brooklyn, iniciativa cultural liderada por Sandra Levinson.
Antes de su regreso a Cuba, la premio Nacional de Literatura de 2001 prevé además intercambios culturales en el Centro Malcom X y el Museo Nacional del Jazz de Harlem.
Nacida en La Habana en 1944, Nancy Morejón es considerada una de las voces más relevantes de la poesía cubana con una importante obra dedicada a la denominada poesía negra, al estudio de la obra de Nicolás Guillén y de las literaturas del Caribe.
A la par de su valiosa obra poética, con más de una veintena de libros, también fue directora de la Academia Cubana de la Lengua entre 2012 y 2016, presidenta de la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y asesora de la Casa de las Américas.
También traductora y ensayista, en sus creaciones sobresalen títulos como Piedra pulida (1986); Botella al mar (1997), Cuerda veloz (2002) Mirar adentro (2003), o Antología poética (1962-2000).